viernes, 4 de septiembre de 2009

HISTORIA

AEROMODELISMO - UN POCO DE SU HISTORIA (por José Maria González-Calatayud Saiz)
La historia del Aeromodelismo en sus comien
zos, es la propia historia de la aviación, puesto que el hombre, en la mayoría de los casos buscó ensayar las formas de vuelo con modelos reducidos, antes que hacerlo el mismo. Se considera que el Aeromodelismo comienza con Arquitas de Tárento (s. III a.C.) y su famosa paloma voladora. En el siglo XVI, un herrero alemán construyó y logró que un águila metálica volase unos 500 pasos, saliendo al encuentro del emperador Carlos V, y también se dice que este emperador entretenía sus ocios en su retiro de Yuste, haciendo volar uno de estos ingenios. A mediados del siglo XVIII se experimentan numerosos modelos que se harían famosos, tales como los de los franceses Launoy, Bienvenu y otros.
En el si
glo XIX hizo sus pruebas sir George Cayley, quién anteriormente en diversos trabajos y artículos publicados, estableció claramente los principios a partir de los cuales, según él, debía concebirse un aparato aéreo. Propuso equiparlo con alas en diedro, para asegurarle estabilidad lateral; ideó el dispositivo de timones de profundidad y dirección y, para la sustentación, preconizó el empleo de superficies cóncavas como preferibles a las superficies planas. A pesar de que demostró mediante cálculos, que la fuerza humana para propulsar tal máquina era muy inferior a la que hasta entonces se creía necesaria, la abandonó como insuficiente y preconizó el empleo de un motor de vapor.
Posteriormente lo
s ingenieros ingleses William Samuel Henson y John Stringfellow construyeron un modelo que, de hecho fue el primer aparato tipo aeroplano que voló impulsado por la fuerza de un motor. En realidad no se trató de un vuelo planeado más o menos largo, sino de un vuelo sustentado gracias al motor colocado en el aparato, éste era un motor de vapor, sin embargo no desarrollaba suficiente potencia para permitir el despegue del conjunto, por lo que la salida se efectuaba mediante una catapulta.
De ést
a época merecen ser destacados el italiano Forlanini, que en Milán hizo volar un modelo de 3,5 kg, consiguiendo una altura de 13 metros durante 20 segundos, así como el modelo de helicóptero de Ponton d'Amécourt, con motor de vapor y rotores coaxiales.
Clásicamente
se considera a Alphonse Pénaud como el iniciador del Aeromodelismo actual, y es a partir de este momento cuando puede separársele de la historia de la aeronáutica, que hasta entonces había compartido durante siglos.
En 1.87
0 Alphonse Pénaud hizo volar un pequeño aparato de su concepción, al que denominó PLANOPHORE. Este era un monoplano de hélice tractora movida por unas tiras de caucho retorcidas y equipado con una cola estabilizadora. Este primitivo motor, pese a los enormes avances conseguidos con los micromotores, sigue utilizándose y goza de gran popularidad entre los aeromodelistas. El Planophore pesaba 15 gramos y recorría 40 metros en 12 segundos.

Otros investig
adores, que en los años finales del siglo XIX experimentaron con modelos, fueron Tatin (1.879), iniciador de los motores de aire comprimido, que serían muy utilizados años más tarde; Hargrave (1.885) que en Australia voló un modelo de alas batientes, iniciador de los ornitópteros posteriormente utilizados en Aeromodelismo. Destacaremos también a Dandrieux, Langley y, sobre todo a Otto Lilienthal, ya que "el padre del vuelo a vela" también hizo sus primeros experimentos con aeromodelos.


En los primeros
años del siglo actual y hasta la primera guerra mundial, se buscó incansablemente la solución para motorizar los modelos, y así sustituir el motor de gomas, que era el más utilizado. La solución se encontró en los de aire comprimido, muy baratos de entretenimiento, pero que requerían dar presión a los enormes depósitos, de los que escapaba a unos cilindros y movía la hélice. Otra solución fue la de utilizar pequeños depósitos de CO2 de uso comercial, que aligeraron considerablemente los aeromodelos,
Los motores de
goma, y los de anhídrido carbónico serían las principales fuentes de propulsión de los aeromodelos hasta la década de los años treinta, en la que se entra en la fase moderna del aeromodelismo.
A partir del
año 1.930, el aeromodelismo cambia lentamente, se abandonan los anteriores tipos, y se van buscando modernas soluciones. Los modelos se van perfilando, y se parecen más a los aviones reales. Surgen los primeros y rudimentarios motores de explosión, comienzan a construirse maquetas de los aviones más populares en dicho momento y así, insensiblemente se entra en una época que se llama moderna.
Entre los años 1.930 y 1.942
aproximadamente, todo el aeromodelismo se basa, aparte de las maquetas estáticas o de exposición, en el vuelo libre, ya que aunque se hacen intentos de radio control, éste es muy rudimentario. Se establecen claramente las categorías diversas, y se organizan competiciones. Así pues, se entra en el auge del aeromodelismo deportivo. Es de destacar que, una copa donada por Lord Wakefield inició una competición internacional para modelos con motor de gomas, que llegó a alcanzar gran popularidad y que todavía sigue disputándose actualmente con carácter internacional.
El 11 de Agosto de 1.942 se patenta con el Nº 2.292.416 un sistema de vuelo controlado por dos cables, naciendo así con Jim Walker, una forma de vuelo que lo
graría gran popularidad, el vuelo circular o U-control.
En estos
años de la postguerra, el reactor también llega al aeromodelismo, en la forma de cohetes con carga sólida, que sustituirían a los antiguos de pólvora (Jetex) o los pulsoreactores que se iniciaron con el complejísimo Minijet, para simplificarse y popularizarse con el Dynajet.
El iniciador del radio control en aeromodelismo, fue el
norteamericano Walter Good, que en 1.939 hizo las primeras demostraciones en vuelo con un modelo que pesaba 6 kg y cuyo receptor de 4 lámparas, con 400 gr de peso requería 1 kg de pilas de 90 V.
Los enormes progresos
alcanzados en la electrónica durante la Segunda Guerra Mundial, hicieron que a finales de ésta se pudiesen simplificar las realizaciones efectuadas por los aficionados, pero con el inconveniente de la escasez de materiales, lo que no permitió la difusión de esta modalidad de vuelo.
En la década de los años cincuenta, se empe
zó a disponer del primer material comercial y, sobre todo, de la lámpara subminiatura XFG1, permitiendo una gran disminución de peso en el receptor, y en las pilas necesarias.
La aparición de los transistores supuso una revolución en la difusión del radiocontrol, con la miniaturización de los equipos, cada vez más perfectos y económicos.
Planeador actual de radiocontrol
A partir de este momento ha sido constante el perfeccionamiento de los equipos. A los inestables super-regenerativos, le siguen los super-heterodinos, que permiten el vuelo simultáneo de varios modelos. Al monocanal suceden los multicanales, pudiendo efectuar varios mandos simultáneamente
, y a los equipos llamados "todo o nada" les suceden los proporcionales, en los que el desplazamiento del mando del modelo es exactamente el mismo que se ha dado al emisor, con el que se consigue un auténtico y real pilotaje. A medida que la técnica de la electrónica progresa, va progresando el Aeromodelismo, se puede decir que siempre hay algo nuevo por descubrir.
Esta es en síntesis la historia del Aeromodelismo, una historia que siempre irá unida al progreso del hombre.


Fdo. José Maria González-Calatayud Saiz